Mujeres seguras y resilientes: Diagnóstico participativo del proyecto Resiliencia de las mujeres indígenas y rurales a los impactos de la COVID-19
Mujeres seguras y resilientes: Diagnóstico participativo del proyecto Resiliencia de las mujeres indígenas y rurales a los impactos de la COVID-19
19 de Septiembre de 2022
El proyecto "Resiliencia de las mujeres indígenas y rurales a los impactos de la COVID-19", liderado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en México, y la Secretaría de Igualdad de Género (SEIGEN) del Gobierno de Chiapas, se centra en atender a mujeres de una comunidad indígena y rural en Chiapas (Chuchiltón, en el municipio de San Andrés Larráinzar). El objetivo es consolidar redes de sororidad entre 100 mujeres que permitan -a su vez- aumentar su participación económica, contribuyendo a una mejor recuperación de sus comunidades, garantizando al mismo tiempo una vida libre de violencia, seguridad alimentaria y una buena salud financiera.
Como parte de las acciones del proyecto, se realizó un diagnóstico participativo en noviembre de 2021 con el fin de generar información primaria sobre las condiciones de acceso a la justicia ante la violencia contra las mujeres, vocaciones productivas y comportamientos financieros, así como aspectos de seguridad alimentaria de las mujeres y sus familias.
La intención de esta publicación es recabar los aprendizajes sistematizados y las buenas prácticas para implementar mecanismos participativos en el contexto comunitario para la obtención de información cualitativa y cuantitativa.
El presente diagnóstico participativo brinda una guía práctica para recabar información a nivel comunitario en el contexto de la crisis generada por la pandemia de la COVID-19, para hacer una distribución eficiente de los recursos y proponer soluciones apropiadas, además de involucrar a los participantes en la toma de decisiones. En el caso de la comunidad de Chuchiltón, se partió de la realización de un proceso riguroso que posibilitó la adaptación culturalmente sensible, facilitar grupos focales en lengua maya tzotzil y gestionar la interpretación de las opiniones y testimonios al idioma español para su posterior análisis y sistematización.